Un tango desolador & optimista

Un tango desolador & optimista

Un tango desolador & optimista

 

Por: Carolina Sigstad.

 

Oblivion (olvido) es una de las más hermosas páginas escritas por Piazzolla,

 

Hoy dedicamos un post a las palabras no dichas en la cotidianidad,

Una invitación a la contemplación, reflexión y a la acción.

 

En los sueños, como en la vida, las cosas cambian de un momento a otro. Los sueños como la realidad material pasan de un momento de paz a un calvario; todo en una cuestión de milésima de segundos.

 

Hoy lanzamos la pregunta ¿Quién se hace responsable de la corrupción: política y de los medios de comunicación masiva? y viene a mi mente “Oblivion”. Alguna vez,  se detienen a pensar los daños que pueden ocasionar injurias y perjuicios que un medio de prensa publica, por tener en las manos una “mina” de información y lanzadla a la sociedad sin contar con pruebas contundente; mas no defenderse con justificativos “se cita la fuente”; “se habla en modo condicional”, entre otros justificativos sin bases sólidas.

 

Creemos que el uso imprudente de la información implica un grado de corrupción igualmente severo y desolador, que un estado sin rumbo y estrategia, o a un niño privado y coartado en sus derechos.

 

Cada mañana rumbo al trabajo, prendemos la radio, y en vez de escuchar una buena noticia, escuchamos las clásicas noticias. En ocasiones son una continuación del día anterior, en su mayoría distintas, aunque todas tienen un punto en común: casi en su totalidad transmiten un panorama desolador.

 

Hoy como en 1810 el pueblo merece y quiere saber la verdad (una verdad bien fundada y probada), y hoy como en 1810 solo tenemos la certeza de vivir acechados por la duda y la impunidad.

 

Los argentinos vivimos en una depresión optimista, tal vez a gran parte de la sociedad, nos gustaría ver a nuestro país progresar. Para ello, primero es necesario y menester que los Poderes de la Sociedad Argentina: Ejecutivo, Legislativo, Judicial y agregamos un cuarto Poder: Medios de comunicación masiva; realicen su trabajo con seriedad; de esa manera la decepción (por su naturaleza inevitable) sea menos dolorosa.

 

Los cambios se inician con la gente entendiendo de que éste momento que transitamos, es un punto de inflexión y necesitamos empatía, nos necesitamos para poder revivir como nación.

EMPATÍA Y RESPETO

Si podemos apelar a esto, podremos conectar y progresar. Respetemos y conectemos por la razón más simple y suficiente que ser ciudadanos argentinos. Unamos a este país, a pesar de los políticos, los diarios, el fútbol, la televisión, Twitter, y de todo lo que nos divide.

Lo hagamos porque es lo correcto. Lo hagamos porque el odio, el desprecio, el asco que fluye todos los días y de manera progresiva nos corrompe como sociedad, nos destruye cada día.

Nos debemos los unos a los otros y a nuestro País, tendernos las manos e intentar conectar.

Respeto y Empatía es lo mínimo que nos debemos los uno a los otros.

 

¿Qué nos inspira? Ver a nuestro País progresar.

Oblivion, no nos olvides.