Derivados de la Caña de Azúcar y su mala prensa

Derivados de la Caña de Azúcar y su mala prensa

Derivados de la Caña de Azúcar y su mala prensa

 

 

Por: Carolina Sigstad

 


No puedes esperar que los dos extremos de una Caña de Azúcar sean dulces”

Proverbio


Antes de adentrarnos en la mala publicidad de la Caña de Azúcar y derivados, vamos a introducirnos un poco… ¿Qué es la Caña de Azúcar? Es una planta tropical y subtropical que se desarrolla mejor en lugares calientes y soleados. ¡Como el Noreste Argentino!

 

La caña de azúcar son especies de hierbas perennes del género Saccharum, tribu Andropogeneae; utilizado principalmente para la producción de azúcar. La caña se propaga mediante la plantación de trozos de caña, de cada nudo sale una planta nueva idéntica a la original. Tiene tallos gruesos, unidos, fibrosos, el cual se corta cuando está maduro ya que es el lugar donde se concentra el azúcar, en los entrenudos del tallo. La planta retoña varias veces y puede seguir siendo cosechada.

 

 

La demanda mundial de azúcar en los últimos tiempos disminuyó comparativamente a su producción. La caña representa el 80% del azúcar producido; la mayor parte del resto se hace de remolacha azucarera (la remolacha azucarera crece en regiones templadas más frías). Además del azúcar, los productos derivados de la caña de azúcar se encuentran el falernum, la melaza, el ron, la cachaça, el bagazo y el etanol.

 

Durante décadas las industrias azucareras han tenido que luchar contra la mala prensa de su producto. Explotación y esclavitud, problemas de salud o la contaminación de las fábricas eran algunas de las polémicas a las que hacían frente las industrias décadas atrás; en la actualidad son otras las motivaciones…

 

No es de sorprenderse que Estados Unidos haya sido la cuna del marketing azucarero, ya que son los papistas de la publicidad moderna. Durante el siglo XX, miles de anuncios intentaban convencer a los ciudadanos sobre las bondades del azúcar. En la actualidad, pareciera que la industria va perdiendo la batalla comercial: la imagen del azúcar entre la opinión pública va empeorando con los años, especialmente en lo que toca a sus efectos en la salud. Cada vez más envoltorios ostentan la etiqueta «Sin azúcar» o «Con un x mínimo porcentaje de azúcar» con el propósito de “tranquilizar a los consumidores”.

 

Sin embargo, la viveza humana no juega con una sola carta: muchas empresas azucareras se han introducido en la venta de sustitutivos no calóricos, por lo que mientras batallaban por la mala publicidad, aprovechando el meollo entre las nuevas demandas y escudriñándose en nuevos nichos de mercado.

 

Luego se descubrió que en realidad fueron los laboratorios quienes descubrieron estos sustitutos de forma accidental en investigaciones químicas o farmacéuticas. La industria del azúcar no tuvo, por tanto, mucho que ver en aquellos primeros pasos. Con el tiempo, luego de estudios en laboratorios demostraron que algunos endulzantes no calóricos (sacarina, ciclamato, entre otros) estaban asociados al desarrollo del cáncer. Luego, el consumo de azúcar volvió a crecer.

 

No obstante estudios comprobables de laboratorios han demostrado la negativa respecto a estos endulzantes sustitutivos, estos productos han supuesto un duro golpe para las empresas azucareras, hasta el punto de que algunas han decidido aliarse con el enemigo y han entrado, en el mercado de los sustitutos.

 

Los seres humanos somos muy susceptibles de caer bajo las redes del Marketing, profesión que requiere mucha viveza, y por supuesto una buena billetera que lleve a cabo lo pensado por el mundo del Marketing…¿De que se sirve principalmente el marketing para generar necesidades, y curtir al deseo? Pues de VALORES…

 

Necesario aclarar, que el marketing utilizado con buen propósito (es decir por el bien de la humanidad y el planeta) es ¡BUENO!… Lo malo es cuando se deja de lado el interés superior del hombre y la naturaleza…

 

Imposible no pensar en el papel imprescindible de las empresas de bebida; ejemplo COCA COLA. El poder que maneja, las multi-personalidades que tiene; y principalmente dueños del valor más fundamental de los seres humanos “Destapa FELICIDAD”.  A lo largo de las décadas, sus innumerables Spots publicitarios (coca-cola común; light; zero; life; etc). Siempre sabiendo cómo, de manera sublimada, llegar a tus manos.

 

En BIOTUC somos productores de Caña de Azúcar. Fomentamos el consumo medido de uno de sus derivados – el azúcar-; porque es un producto NECESARIO para el cuerpo y el cerebro. Entre sus bondades podemos además mencionar  su cualidad de:

 

  • Energía Rápida: ¿Te desmayas? No importa que seas diabético; consumís en el momento la sacarosa del azúcar común, que se transforma rápidamente en glucosa y fructosa, que se absorben proporcionando combustible inmediato.
  • Sensación de bienestar: ya que alivia el malestar y la ansiedad que genera un cuadro de hipoglucemia.
  • No es alergena: el azúcar es un producto refinado y purificado, que no desencadena ninguna reacción alérgica. En cambio, la miel o los siropes si pueden hacerlo.
  • Durante la infancia su consumo (moderado) es fundamental para el desarrollo de tejidos.
  • Ayuda a conciliar el sueño gracias a su efecto relajante. De hecho, muchos médicos recetan como remedio más natural una dosis de azúcar antes de dormir para no caer en el insomnio.

 

 

BIOTUC – Cultiva Salud Innovando

 

 

Además de los beneficiosos derivados de la CAÑA DE AZÚCAR (azúcar, cachaza, levadura, sorbitol, dextrana, furfural, saccharina, melaza, biodiesel, alcoholes, bagazo, papel, entre otrosen general, y Orgánica en particular representa un cultivo amigable con el medio ambiente por su elevada eficiencia fotosintética en comparación con otros cultivos comerciales, que le permite una mayor utilización de la energía solar y, consecuentemente, una mayor absorción del CO2 atmosférico.

 

Sin duda, hacemos marketing incentivando su producción y consumo porque son hartos sus beneficios…

Nos preocupamos y ocupamos de hacer lo mejor que se encuentra a nuestro alcance, en pos de la naturaleza y el ser humano.

¡La intencionalidad es siempre motorizada por el bien común!